Hoy no sé que te debo
pero he debido pasarme de tiempo
soltando bocanadas de alivio en tu espalda
mientras soltaba tu mano
y me disponía a decirte adiós.
¿Recuerdas cómo dolían las medias sonrisas?
Eran bofetadas de cortesías,
unos ojos enrojecidos con lágrimas retenidas.
Una lluvia con un sol radiante,
unas manos abandonadas extendidas
y un sentimiento a punto de ponerse en off.
Estoy aquí,
y siempre he estado detrás de esta palidez alegre
sin saber muy bien qué decir
porque el hueco de estar a un lado (a tu lado) se llenaba de soledades.
¿Me entiendes?
Claro que no.
Por eso,
rompernos sólo una vez
fue suficiente para estrechar las medias sonrisas
y conseguir una tregua de mimos
que al volverse a ver no se escuchaba nada.
Ahora,
A pesar de todo es diferente,
Madrid se vuelca en las calles
y me brinda otra casualidad.
¿Sabes por qué?
Porque tengo la tez pálida con una enorme sonrisa en la mano
que me hace cosquillas en el ombligo
y ya no suena el hueco vacío de los lados.
5 comentario(s):
Cuanto tiempo paso desde que nos conocimos aun sin conocernos, es decir, hace cuanto que nos seguimos via blog, y muy a pesar, hace cuanto que no entraba para leerte, me gusto mucho, tengo que admitirlo, por eso dejo comentario, te mando un cariño, y seguiré descanzandome ante ti.
Me he tomado la libertad de visitar
tu blog y me han gustado los poemas
por la naturalidad como los describe
tienes unos versos preciosos y con
un diseño de imágenen que encantan.
¡Tefelicito! nos seguimos viendo.
Un cordial saludo
Ángel.
Hola!
He aterrizado por primera vez en tu blog y me he topado con este genial poema... me ha encantado, es el vivo retrato de la ausencia de cuerpo presente. Un saludo de tu nuevo seguidor
Todo fin, un comienzo,
todo dolor, una sonrisa,
todo momento pasa,
solo hay que tener fuerza
para removerse un poco
y así frenar la caída.
Un saludo.
Que bonito tu blog, me ha encantado, y tus poesias.
Me alegro de haberlo encontrado.
Un saludo desde California de otra espanola.
Noelia
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