
he debido de perder mi sombrero de copa
porque no me encuentro, ocurre raras veces,
apenas cuando salgo de la puerta de latón
se oyen mis pasos y a veces
es el sonido que abriga con glosas lo que duele
por demasiado frío en la calle.
El humo de mi voz
sube como una enredadera forzada
y nunca se detiene, sólo pasa,
igual que el ácido en vena,
igual que el amor platónico
que nunca se entrega
hasta que llego a recodar
que he perdido mi sombrero.
sube como una enredadera forzada
y nunca se detiene, sólo pasa,
igual que el ácido en vena,
igual que el amor platónico
que nunca se entrega
hasta que llego a recodar
que he perdido mi sombrero.
Él es furtivo donde escondo
mis pérdidas suicidas
y mis malas melodías.
mis pérdidas suicidas
y mis malas melodías.
En la esquina de la calle me pierdo a veces
para dar un abrazo a lo que no existe,
para estrechar la mano con mi cobardía
y conducir por habladurías
con un falso nombre
en el carril que se ocupa por mí
y escribir sobre ti de nuevo,
convirtiéndose…
en locura
Cuando llego a esa esquina
he llegado tarde pero…
repongo una sonrisa
y encuentro mi sombrero
custodiado en el lugar de siempre;
en la distancia de mi bolsillo derecho.
para dar un abrazo a lo que no existe,
para estrechar la mano con mi cobardía
y conducir por habladurías
con un falso nombre
en el carril que se ocupa por mí
y escribir sobre ti de nuevo,
convirtiéndose…
en locura
Cuando llego a esa esquina
he llegado tarde pero…
repongo una sonrisa
y encuentro mi sombrero
custodiado en el lugar de siempre;
en la distancia de mi bolsillo derecho.
0 comentario(s):
Publicar un comentario