17 julio, 2008

Camisa sin fuerza


El color de mi camisa
desgrava los tonos desabridos,
sucumben entre raptos diestros
y se adormecen en una maleta
que acopla caprichos de noche.



No puedo apasionarme
por una frágil tentación,
me adormecieron en un mal día
con veneno de agua rosada
y me encojo, cada vez,
cada instante en que
delatas a los botones con tus dedos.


Quisiera abastecer mi deseo
en palmeras rajando a cupido
y vengarme de las malditas flechas
que se clavaron por mitades traspuestas
entre tu aliento y mi lengua.


Una voz y una palabra
tocarían el minutero
que se colapsa en mi lado izquierdo,
pero ya lo sabes,
quisiera tapiar la pena de la camisa.


Suelo tramar alegres tristezas
y abrochar lo que me dejan.

3 comentario(s):

Giovanni-Collazos dijo...

Agradable espacio, agradable blog... lleno de poemas hermosos, me gusta.

Me pasaré cada vez que pueda, si me lo permites.

Gio.

VICTOR VERGARA dijo...

Ya te comenté este poema un poco en L8. Y bueno, tienes una cosa muy importante para mi modo de ver. Y es que dices cosas, muchas, pero huyendo de lo evidente. Lo cual permite leerte muchas veces.
Y también usas un lenguaje lindo pero terreno a la vez.

Muy buen camino sigues, aún haciéndolo descalza. No quiero ni imaginar cuando por fin calces con tus preferidos.
Abrazo.

Desconcierto dijo...

si te has vengado de las malditas flechas de ese que llaman Cupido, dime cómo lo has hecho...quiero atar las manos de ese tio...

en serio...creo que leí todo tu blog, de tirón...y me ha gustado...

un placer leerte...
te encontré en el foro de Libertad8

un abrazo